Y
llevándole, tomaron á un Simón Cireneo, que venía del campo, y le
pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. 27 Y
le seguía una grande multitud de pueblo, y de mujeres, las cuales le
lloraban y lamentaban. 28 Mas
Jesús, vuelto á ellas, les dice: Hijas de Jerusalem, no me lloréis
á mí, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros
hijos. 29 Porque
he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles,
y los vientres que no engendraron, y los pechos que no
criaron. 30 Entonces
comenzarán á decir á los montes: Caed sobre nosotros: y á los
collados: Cubridnos. 31 Porque
si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué se hará?
Reflexión.
Ayudemos
a los demás a llevar sus cruces; compartir las penas, los
sufrimientos, los problemas para que sea más llevaderos. No nos
aparguemos por tanto acojamos la cruz con cariño, con amor,
paciencia, porque despuès viene nuestras cosas buenas.
Amémos la Cruz, que sepamos llevarla. No nos apaguemos por tanto acojamos la cruz con cariño, con amor, paciencia porque despuès viene nuestras cosas buenas.
ResponderEliminarEl Cristiano conoce a Dios Porque lo Ama, y lo ama porque lo conoce.